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2023

Salud mental en el trabajo: ¡cuidado con el estrés laboral!

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Después de la pandemia, la promoción y cuidado de la salud mental cobraron una mayor relevancia en el país y el mundo. Sin embargo, aún hace falta establecer políticas que visibilicen este interés.

Por Elena Belletich. 02 enero, 2023. Publicado en el suplemento Semana, del El Tiempo, el 1 de enero del 2023.

En la última década, ya se venía poniendo énfasis en la necesidad de cuidar la salud mental en los colegios, en los centros de trabajo, en los hogares y, se empezaba a valorar la importancia de una buena salud mental para la sociedad y la economía. Después de la pandemia, el interés creció; sin embargo, aún hace falta políticas que fortalezcan y promuevan el cuidado de la salud mental.

Los graves problemas por los que atraviesa la salud mental en nuestra nación y el mundo, sin duda han agravado la situación social del país y de muchos hogares. En su último informe sobre salud mental, la OMS refiere que los trastornos mentales son muy frecuentes en todos los países y que “aproximadamente, una de cada ocho personas en el mundo sufre algún trastorno mental”.

De igual modo, la afectación económica es grande. La OIT y la OMS advierten que urge “adoptar medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en el entorno laboral. Se estima que cada año se pierden 12 000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares (…) El Informe sobre la salud mental mostró que de los mil millones de personas que viven con un trastorno mental en 2019, el 15% de los adultos en edad de trabajar experimentaron uno”.

Precisamente, uno de estos trastornos laborales es el estrés. Este se puede desencadenar por diversos motivos, como las condiciones físicas del trabajo, la cantidad de este, los equipos que se utilizan, las presiones, el ambiente laboral, entre otros. 

Síntomas evidentes
La psicóloga organizacional de la Universidad de Piura, Tania Guimac, menciona algunos de los síntomas más frecuentes del estrés laboral como la fatiga o cansancio físico y la consecuente falta de energía; la dificultad para concentrarse y mantenerse en una misma actividad, olvidos, entre otros.

Asimismo, señala que este trastorno se traslada al hogar perturbando, por ejemplo, el descanso. “El sueño se ve alterado y se produce insomnio o hipersomnia. Además, se presentan emociones persistentes como la tristeza; irritabilidad, rápida molestia por todo, incluso por lo que antes no generaba incomodidad. Si esto se mantiene por un período determinado, podrían aparecer somatizaciones como dolores de cabeza, tensión muscular, contracturas, problemas gastrointestinales, entre otras”.

De allí la necesidad e importancia de cuidar las condiciones y el ambiente laborales. Al respecto, la OMS indica: “Al igual que las escuelas, los lugares de trabajo pueden ofrecer oportunidades o riesgo para la salud mental. La responsabilidad de crear más oportunidades de trabajo (…) y promover y proteger la salud mental de los trabajadores incumbe a los empleadores y a los gobiernos. En el caso de los gobiernos, esto significa aplicar una legislación y una reglamentación de apoyo en materia de derechos humanos, trabajo y salud ocupacional”.

En cuanto a los empleadores, indica la fuente, “las directrices de la OMS destacan la importancia de las intervenciones institucionales, la capacitación de los administradores en materia de salud mental y las intervenciones destinadas a los trabajadores”.

La psicóloga Guimac, por su parte, resalta la importancia de cuidar las condiciones físicas en el trabajo. “Estas podrían relacionarse con los síntomas de fatiga o cansancio, en la medida en que no se tenga los equipos apropiados para realizar la tarea, o que se esté mucho tiempo realizando una misma actividad y se afecte la postura; también inciden los hechos de pasar mucho tiempo de pie o sentado o trasladando artículos pesados, o trabajar con maquinaria, etc.”

Respecto al ambiente, Guimac señala que también es importante cuidar las temperaturas, pues los extremos, así como el ruido, podrían generar ciertas preocupaciones y sumarse a otras, para el desencadenamiento del estrés laboral”.

Medidas preventivas
Es común escuchar la frase “es tarea de todos”, pero una aplicación del todo válida es esta. “El cuidado de la salud mental es tarea de todos”. Y, realmente lo es, de los padres de familia, de las instituciones educativas, de las autoridades, de las ONG, de la sociedad en su conjunto.

“Invertir en salud mental puede permitir el desarrollo social y económico. Una mala salud mental frena el desarrollo al reducir la productividad, tensar las relaciones sociales y agravar los ciclos de pobreza y desventaja. Por el contrario, cuando las personas gozan de buena salud mental y viven en entornos favorables, pueden aprender y trabajar bien, así como ayudar a sus comunidades en beneficio de todos”, se señala en el Informe mundial sobre la salud mental de la OMS.

Entonces, hace falta tomar las medidas necesarias para prevenir el estrés y otras enfermedades mentales; y, a los gobiernos e instituciones vinculados con la salud les compete adoptar las políticas y asegurar su cumplimiento y correcta aplicación. En tanto, en las organizaciones, por ejemplo, se podría comenzar ayudando a reducir los estresores; es decir, los agentes negativos que causen un desequilibrio en el organismo”, refiere Guimac.

Para gestionar los niveles de estrés, dice, es recomendable organizarse en cuanto a las actividades, ya que de no hacerlo habrá un agobio por no poder cumplir a cabalidad lo encomendado y la productividad disminuirá. “Hacer las cosas con cierta organización implica alinear vida personal y laboral”.

En este marco de medidas, agrega, es importante “realizar actividades físicas para canalizar los niveles de energía y obtener más vitalidad. El cuerpo genera hormonas de placer, que contrarresta los niveles de estrés. Así, también son útiles las actividades de recreación, tejer, pintar, practicar el arte, pasear, cocinar, limpiar, realizarse masajes, entre otras que sean viables para cada persona, que difieren mucho”.

Por el lado de las organizaciones, les corresponde proveer las condiciones y ambiente de trabajo óptimos para el desempeño de sus colaboradores; contar, por ejemplo, de un servicio con asistencia de profesionales en psicología y de Seguridad y Salud en el Trabajo que promuevan sesiones, conversatorios o charlas sobre la salud mental, inteligencia emocional, control del estrés y de la ansiedad; fomentar espacios y sesiones de ejercicios físicos; donde se promuevan las pausas activas, entre otras medidas importantes.

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